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Tommy

¡Entrenas como una Mujer!


 

“Entrenas como una Mujer…”

…Es posiblemente uno de los mejores elogios que puedes escuchar hoy en día, de un entrenador/a.

 

En este punto, y tan rápido, es cuando ya se forman grupos y expectativas sobre lo que van a leer:

  1. La incertidumbre en plan “a ver qué va a decir este ahora…”

  2. La negación absoluta inicial y resoplido (frecuentemente con el sello “macho man”).

  3. La inesperada ignorancia del que aún no ha procesado la ironía del título y piensa que voy a escribir sobre lo videos de Jane Fonda de los 80’s.

 

Si aún queda alguien leyendo (al menos los del punto 1) pues sigo…

 

Manifiesto de TT (ese soy Yo):

 

“Esto no es una comparación, es una definición profunda de mi experiencia entrenando a mujeres durante años.
 
No es una competición, es una información nítida de las bondades que tiene la mujer que levanta pesos.
 
¡Sí!, esto es un reconocimiento y homenaje a todas aquellas a las que quisieron engañar, forzándolas a creer que el músculo es un macho”.

 

 

 

¿Qué es entrenar cómo una Mujer?


Voy a definir aspectos de la mujer que entrena su fuerza, que levanta pesas y/ su propio peso corporal, la que va al gym o entrena en el salón de su casa.

No voy a hablar de la de zumba, “mantenimiento”, GAP, Les Mills, flamenco/ballet/aqua/rumba/salsa/disco…Fit (si pones “fit” al final se arregla todo). No.


No voy a hablar de esas “casillas femeninas” que la industria crea con un pobre y artificial mensaje (e ignorante científicamente) de marketing ficticio.

Hablo de la mujer que entrena y estimula el órgano más importante de su cuerpo, la que contrae sus músculos y bombea sangre cada semana, la que levanta hierros para volver a reenganchar su energía mientras hace fintas a la menopausia.

Ya sabes de que hablo...



  • Entrenar como una mujer es CONSISTENCIA.

Enséñale un plan a una mujer y muéstrale el trazado.

Lo va a atravesar, pase lo que pase.

Ella, generalmente, siempre va a “aparecer”.

Ella, generalmente no es de la filosofía “todo o nada”, ella responde al “todo o algo”, lo cual es mucho más eficiente para cualquier consecución a medio-largo plazo.

¿Estoy diciendo que los hombres no son consistentes? No.

Estoy diciendo que, en mi experiencia ellas lo son mucho más.

 

  • Entrenar como una mujer es FRECUENCIA.

La mujer puede tolerar mayor frecuencia de entrenamiento que el hombre.

Ella no es físicamente tan fuerte como el hombre y no exige su sistema nervioso y su musculatura en las medidas de él, pero puede recuperar mucho antes y, por lo tanto, entrenar con más frecuencia semanal, bastante más.

 

  • Entrenar como una mujer es CUERPO COMPLETO.

La mayoría de las mujeres obtienen mejor beneficio al entrenar rutinas de cuerpo total, en comparación con separaciones atendiendo a partes del cuerpo o áreas musculares.

Esto está relacionado con el punto anterior.

Recuperan antes y son capaces de continuar entrenando en un umbral algo inferior al máximo.

Entrenar por partes en el caso de ellas significaría muy baja densidad semanal, salvo casos muy específicos.

 

  • Entrenar como una mujer es COMPROMISO.

La mujer puede tardar/dudar/esperar en tomar la decisión final de integrarse en un proceso de entrenamiento. Una vez decidida, puedes apostar que su compromiso va a hasta el final.

 

  • Entrenar como una mujer es COMPETIR.

Contra ellas mismas.

Mi experiencia es que la mujer levanta pesos para mejorar su cuerpo, no para parecerse a alguien.

Si consiguen hacer 10 pushups al minuto ya están pensando en 12, esto es así.

Diles qué números hizo en la última sesión y aseguro que van a superarlos (y apuesto que lograrlo).

 

  • Entrenar como una mujer es DISFRUTAR.

Es una fiesta.

Y no te digo nada si consiguen un récord, el jolgorio está asegurado.

Todas las mujeres que he entrenado expresan su júbilo ante cualquier consecución (especial mención a los gritos de Yaiza tras cada récord en peso muerto).

Digamos que ellos son menos expresivos, la alegría “va por dentro.”

Entrenar mujeres es estar preparado para la fiesta. Fiesta seria, pero fiesta.

¿Hay algo mejor que levantar cosas pesadas con una carcajada entre series?



  • Entrenar como una mujer es ENTRENAR ...“A PESAR DE TODO”

Jornada laboral, actividades extra-escolares de cada hijo, entrenamiento, preparar el día siguiente, cena y cama.

La mujer ordena y entrena en su tela de araña diaria, especialmente la que tiene hijo/s.

La mujer entrena a pesar de no tener las mismas 24h que el estudiante universitario o la joven que prepara oposiciones mientras vive con sus padres.

Recuerden: ya se ha comprometido y no hay vuelta atrás.

 


Entrenar a mujeres (que entrenan como mujeres) es un PLACER.

No sé si a estas alturas ya se nota que he disfrutado más entrenando a mujeres.

Siempre disfruto, siempre, con cualquiera que me tira la responsabilidad de ayudarle a transformar su vida. Pero digamos que con las mujeres el proceso de coaching es aún mucho más presente, vivo, fluido.


Entrenar Mujeres es EMOCIÓN, es RESPETO.

Es la montaña rusa de hormonas y la sonrisa después de 70 kgs en peso muerto.

Es la responsabilidad y el empeño.

Es la alegría del hierro pesado y la lágrima interna del stress.

Es ponerse la armadura y atravesar orgullosas maternidades y menopausias.

Es recordar que su cuerpo no es dominio público, solamente suyo.

Es dignidad, es independencia, es liberación.

 

Entrenar como una mujer NO es …

Que la industria del fitness (y la tradición) te dirijan sólo hacia zumba, pilates y yoga (sin ninguna crítica a estas actividades).

No son horas de cardio como principal herramienta.

No es “tonificar”, es muscular.

No son “pushups de mujer” (¡hola paleolítico!), son pushups adaptadas a tu nivel de fuerza en ese momento.

No es entrenar como un hombre, es entrenar… como una mujer.

 

¿Deben las mujeres y los hombres entrenar diferente?

Seguramente sí desde un punto de vista meramente específico que atiende a fisiologías, anatomías y características específicas. No hablo desde el prisma de ejercicios diferentes, ni nada de eso, simplemente desde los parámetros del volumen, preferencias, divisiones semanales y otros que se desprenden del diseño de programas.

 

De lo que sí estoy seguro es que muchísimos hombres harían bien en entrenar como mujeres, referido a todos los aspectos que hemos visto en este artículo.

 

A todas las mujeres que he entrenado, y entreno:

¡Mierda! Si es que soy mucho mejor entrenador gracias a ustedes.

 

Tommy Álvarez.

CoachTT.

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